Sergio Bucci, Secretario de Comunicación de Santa Cruz, utilizó sus redes sociales para arremeter contra los gremios docentes y el líder sindical Julián Carrizo, en lo que parece ser un intento más de entrometer la política partidaria en un conflicto laboral que requiere soluciones concretas.
En lugar de centrarse en las causas profundas que originan las recurrentes medidas de fuerza, Bucci optó por una estrategia de confrontación y descalificación, que lejos de contribuir a una salida real, solo perpetúa la división y el estancamiento en la provincia de Santa Cruz.
En su publicación, Bucci cuestionó duramente la reciente foto entre dirigentes de ADOSAC y el representante del SOEMCO, Julián Carrizo, calificándola de “contradictoria” y “oportunista”. Sin embargo, lo que realmente salta a la vista es que, en lugar de abordar la problemática laboral que afecta a los docentes y, por ende, a la educación en la provincia, Bucci centró su discurso en un juicio político sobre las filiaciones ideológicas de los involucrados. Al recordar que Julián Carrizo fue parte del Frente para la Victoria y crítico del gremio docente en el pasado, Bucci no hace más que politizar un conflicto que debería ser tratado desde la gestión pública con responsabilidad y seriedad.
Además, Bucci defendió la gestión provincial destacando el aumento salarial que, según él, sitúa a los docentes de Santa Cruz entre los mejor remunerados del país. No obstante, es importante señalar que, a pesar de este aumento, la provincia sigue siendo una de las que más sufre con los paros docentes, lo que pone en evidencia que no solo se trata de un tema salarial, sino también de condiciones de trabajo, infraestructura educativa y una falta de respuestas a las demandas de los trabajadores. Afirmar que el aumento salarial resuelve el conflicto sin abordar estos otros factores solo muestra la desconexión del gobierno provincial con la realidad de los trabajadores.
Por si fuera poco, Bucci señaló que la persistencia de los paros afecta el futuro de los estudiantes, sin hacerse cargo de que las políticas públicas implementadas hasta el momento han sido insuficientes para evitar este tipo de medidas de fuerza. Al culpar a los “históricos” de la crisis educativa sin reconocer las propias falencias de la administración en cuanto a recursos y condiciones laborales, Bucci no hace más que eludir su responsabilidad en la resolución del conflicto.
