Pese a las acusaciones infundadas por el Gobierno de Santa Cruz, con la participación de múltiples funcionarios, la investigación arrojó el resultado esperado, la Fundación no presenta indicios de delitos en la situación de menores que forman parte de la institución.
La jueza de Familia de Caleta Olivia, Rosa González, resolvió archivar la investigación en torno la Fundación Valdocco de Cañadón Seco tras concluir que no hay indicios de delitos, recomendando un abordaje educativo intercultural para los menores alojados en ese lugar.
La jueza de Primera Instancia de la Familia de Caleta Olivia, Rosa González, ordenó archivar las actuaciones judiciales en el caso de la Fundación Valdocco, ubicada en Cañadón Seco, tras determinar que no existen indicios de delitos en la situación de menores alojados en la institución.
La investigación había sido iniciada tras una presentación del Consejo Provincial de Educación de Santa Cruz en conjunto con el Fiscal de Estado, en la que se alertaba sobre una posible situación de vulnerabilidad para los niños, en su mayoría de origen indígena.
En su resolución, González indicó que, luego de escuchar a los menores y realizar una visita a la institución, constató que sos necesidades sociales y espirituales están cubiertos. Sin embargo, hizo una observación respecto a la educación brindada en el hogar, sugiriendo la implementación de un enfoque de Educación Intercultural Bilingüe que contemple la raíz cultural de los menores, en su mayoría pertenecientes a la comunidad wichi.
La jueza destacó que el sistema educativo debería adaptarse para respetar la cosmovisión y diversidad cultural de estos niños, en consonancia con la Convención sobre los Derechos del Niño y la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Durante la audiencia, la jueza escuchó a los niños y adolescentes, quienes expresaron sus sueños y aspiraciones de manera abierta. Algunos mencionaron su interés por estudiar y aprender oficios como soldadura o cocina, mientras otros manifestaron su deseo de continuar su educación y participar en actividades recreativas.
González manifestó que el denominador común entre los menores es “la búsqueda de nuevos horizontes y el cumplimiento de sus sueños”, resaltando que el hogar les ofrece un espacio positivo para su desarrollo personal y educativo.