Los trabajadores municipales mantienen un acampe desde el 29 de octubre frente al edificio municipal, exigiendo soluciones a la difícil situación económica que atraviesan. En señal de protesta, hicieron máscaras del Intendente Pablo Carrizo.
La protesta, que se encuentra pronta a cumplir un mes, se centra en la creciente disparidad entre los salarios y el alto costo de vida, con alquileres que superan los $200.000 y una canasta básica que alcanza los $1.200.000. Los salarios, que oscilan entre los $380.000 y los $750.000, son insuficientes para cubrir necesidades, mientras los impuestos aumentan por encima del 300%.
El Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEMCO) expresó su frustración por la falta de diálogo con las autoridades locales, acusando a los representantes políticos de ignorar sus reclamos. A pesar de la magnitud del conflicto, el municipio no ha ofrecido respuestas ni avances en las negociaciones.
El acampe continúa como una señal de resistencia ante una realidad económica insostenible, con los trabajadores exigiendo mejoras salariales y un diálogo urgente con las autoridades para encontrar soluciones a las problemáticas. La falta de respuesta por parte del gobierno municipal refleja una desconexión con la realidad de los empleados públicos y con la situación de la comunidad en general.
