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CRISIS EN EL HOSPITAL ZONAL: PACIENTES TRANSITAN POR PASILLOS INUNDADOS Y CON FILTRACIONES

Pacientes y trabajadores de la salud del Hospital Zonal “Pedro Tardivo” denuncian condiciones edilicias deplorables que ponen en riesgo la seguridad de pacientes y profesionales. Filtraciones de agua cercanas al tendido eléctrico y olores nauseabundos son parte de la escena cotidiana.

En una imagen que contradice los principios más básicos de la salubridad y la dignidad en la atención pública, el Hospital Zonal “Pedro Tardivo” presenta un estado de abandono que alarma a su comunidad. Según relatos de personas que frecuentan el establecimiento, la situación es crítica en uno de los pasillos principales del nosocomio.

“Cae agua del techo, muy cerca de donde están los tubos de luz”, describe un testigo, evidenciando un riesgo potencial de cortocircuito o electrocución en un área de constante circulación. Este mismo corredor, según la denuncia, está impregnado de un “olor a pis impresionante”, lo que genera un ambiente antihigiénico e indigno.

Lo más grave es que este pasillo no es una zona aislada o en desuso. Por el contrario, “da a los Consultorios de Traumatología, Ecografía y Enfermería”, servicios fundamentales para la comunidad. A pesar de las pésimas condiciones, la actividad médica no se detiene: “los médicos [siguen] atendiendo mientras uno de los pasillos está así”.

El cuadro se completa con el tránsito ininterrumpido de personas en tratamiento. “Y la gente (pacientes) a veces pasan o los llevan por ahí”, se afirma, lo que significa que personas en estado de vulnerabilidad, posiblemente en camillas o sillas de ruedas, se ven obligadas a recorrer un espacio húmedo, maloliente y con evidentes fallas en su infraestructura.

La combinación de filtraciones de agua en proximidad a instalaciones eléctricas constituye un peligro latente para la seguridad de todos los presentes: pacientes, familiares, médicos, enfermeros y personal administrativo. Además, las condiciones de humedad y falta de higiene son caldo de cultivo para infecciones intrahospitalarias, un riesgo adicional para la salud de quienes acuden al lugar en busca de cura.

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