Este domingo, la ciudad de Pico Truncado fue escenario de un grave hecho de violencia política. El concejal Jonathan Sandoval, perteneciente a Unión por la Patria, fue víctima de un atentado intimidatorio en su despacho del Concejo Deliberante. Los vidrios de su oficina fueron destrozados, y en el interior se encontraron dos balas junto a una nota amenazante que lo instaba a “quedarse callado”.

Este incidente ocurre pocos días después de que Sandoval denunciara públicamente el mal estado de la ruta que conecta Koluel Kayke con Pico Truncado, y tras un enfrentamiento con el presidente de Vialidad Provincial, Julio Bujer, quien irrumpió de manera agresiva en su despacho.
Desde el espacio político del concejal se responsabilizó al gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, por estas “prácticas mafiosas” y se exigió el cese inmediato de la violencia y las amenazas contra quienes ejercen su derecho a denunciar y criticar.
Este hecho no solo representa un ataque directo a la integridad física y moral de Jonathan Sandoval, sino también un intento de silenciar las voces críticas en la provincia.


La violencia política y las amenazas son incompatibles con los valores democráticos y deben ser condenadas por toda la sociedad. Es urgente que las autoridades garanticen la seguridad de los funcionarios públicos y ciudadanos que defienden sus derechos y reclaman transparencia en la gestión gubernamental.