El oriundo de La Rioja volvió a pasar por encima de las leyes: taló árboles centenarios para instalar un “Centro de Monitoreo” y consolidar su estructura política.
Pablo Carrizo, intendente de Caleta Olivia, insiste en su afán destructivo: otra vez mandó a arrasar con árboles de más de 60 años de historia en el casco céntrico de la ciudad, violando la Ley de Protección Ambiental, las normativas locales y la Ordenanza N° 2234 que protege el arbolado urbano.
Pero esta vez no fue solo por negligencia, sino con un objetivo claro: usar un edificio histórico (ex casa de fotografía) para montar el “Centro de Monitoreo Municipal”, una obra que –casualmente– le sirve para ampliar la estructura de SER y reforzar su militancia vidalera de cara a las elecciones.
Pablo Carrizo, fiel a su estilo, actúa primero y después (quizás) piensa. La falta de estudios técnicos y planificación en este proyecto demuestra que lo único que le importa es consolidar su poder en la municipalidad, aunque eso signifique sacrificar el patrimonio verde de Caleta Olivia.
“Es inaceptable que un intendente venido de La Rioja decida arrasar con nuestros árboles, sin consultar, sin medir consecuencias”, cuestionó un vecino en redes sociales.
El Centro de Monitoreo, junto con la Guardia Urbana y el Estacionamiento Medido, no son más que piezas del operativo político de Carrizo para asegurar recursos y cargos de cara a las próximas elecciones. Todo con fondos públicos, todo con el mismo fin: perpetuarse en el poder.
Mientras tanto, el municipio sigue sin dar explicaciones sobre la tala ilegal. Sin embargo, los vecinos de Caleta Olivia demostraron su malestar en redes sociales.
