La máxima autoridad de la Iglesia Católica se pronunció contra el operativo realizado en Cañadón Seco. Lo hizo a través de una carta de puño y letra enviada al padre Juan Carlos Molina. “No soy el primer cura que ha sido atacado”, apuntó. Qué dice la misiva de Francisco.
La semana pasada el Juzgado de Familia intervino en el hogar de Niños de la Fundación Valdocco, ubicada en Cañadón Seco. Una comitiva llegó al lugar generando una situación de desconcierto entre las autoridades que trabajan en la institución. Se trata de una casa que alberga a niños en situación de vulnerabilidad, sin una orden judicial, según expresó el titular del hogar, sacerdote Juan Carlos Molina. Quien se comunicó desde el Vaticano hasta Santa Cruz fue el papa Francisco, quien envió una carta expresando su preocupación por lo sucedido. La misma dice lo siguiente:
“Es indisgesto el chancho con agujas”, es lo primero que pensé al leer tu carta con las chanchadas que te hicieron… y con la afición de querer “poner orden” en lo que ya está ordenado. Te acompaño y rezo por vos. No pierdas la paz (aunque le cueste). En tu corazón rumiá aquello: “Bienaventurados cuando los persiguen por causa de la justicia”.
Y por favor, no pierdas el sentido del humor. Por favor no te olvides de rezar por mí. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide. Fraternalmente, Francisco”
En este marco, TiempoSur se comunicó con Molina, quien contó la situación que atraviesa hoy Valdocco y las sensaciones tras recibir la carta de Francisco. “Esta mañana me llegó la carta del Papa, que es muy fuerte y tiene mucho apoyo. Pide cosas muy evangélicas, sobre los bienaventurados que pelean por la Justicia. Él conoce bien el trabajo que hacemos, conoce Valdocco. Ha recibido a los pibes que han ido en su momento”, detalló en primer lugar.
Recordó que su figura es conocida en el ámbito social, “entonces por eso habla también de esta cosa de querer ordenar lo que está ordenado”.
“Está muy empapado de lo que está pasando, de lo que viene y lo que viene pasando con los pobres del país. No soy el primer cura que ha sido atacado. Es llamativo lo de bienaventurados lo que luchan por la Justicia”, apuntó haciendo referencia a un pasaje de las líenas de la carta de Francisco.
“Me pide no perder la calma, la paz y el humor. Alguien enojado sale a pegar, alguien con humor sale a compartir y abrazar. Tengo que ver el signo de dios en el rostro de los pibes”, analizó el Padre.
Días atrás, en diálogo con Tiempo FM, Molina hizo referencia a la relación de los jóvenes con las drogas y el flagelo que esto representa, sobre todo en aquellos que atraviesan una situación de vulnerabilidad. Allí hizo referencia a que muchas veces al salir de los hogares -o quedarse sin ellos- a los jóvenes no los esperan sus familiares, sino quien les vende sustancias.
“En este último tiempo ha aumentado el consumo, el tranza, el que vende. Hay que ver la realidad. Trabajo en cuatro lugares distintos del país, con pibes de consumo, con tranzas por todos lados, ventas sin filtros. Claro que los espera un tranza”, reafirmó.
“Hoy el negocio narco necesita soldaditos. Nuestros pibes vienen intoxicados de tomar alcohol etílico. Se van matando y claro que está el flagelo. El problema no son los pibes, sino los hijos de puta que arman los negocios y los terminan jodiendo”, recalcó.
Desde Casa Valdocco sostienen que no hay causa judicial, que el operativo fue innecesario, expresado en un abrazo simbólico realizado el pasado jueves.