Sergio Sarmiento, secretario general del Sindicato de Camioneros y referente de la CGT, detalló el impacto del desempleo en Santa Cruz, atribuyéndolo a la falta de reactivación de las represas hidroeléctricas, la paralización de la obra pública, la retirada de YPF, el declive de la Cuenca Austral, la caída del comercio, el cierre de organismos estatales y la detención de la actividad pesquera en Puerto Deseado.
Exigió al gobernador Claudio Vidal que “se ponga los pantalones largos y enfrente al Gobierno nacional” para frenar el daño de las políticas del “liberal libertario” de Javier Milei. De lo contrario, advirtió, la crisis se profundizará.
Sector por sector: el colapso laboral
Sarmiento precisó que la salida de YPF dejó 3.500 despidos directos, a los que se suman 1.500 empleos indirectos (chapistas, electricistas, seguridad y mantenimiento). En la Cuenca Austral, la falta de inversión de petroleras como CGC eliminó 2.000 puestos, mientras que en las represas hidroeléctricas se perdieron 3.000 empleos directos y 1.000 indirectos (transporte de insumos, personal y combustible).
El comercio también sufre: aunque no hay despidos masivos, la actividad se redujo drásticamente, afectando a la logística y los servicios vinculados. A esto se suma el desmantelamiento de organismos estatales (Vialidad Nacional, INTI, INTA) y la eliminación de planes sociales que sostenían a miles de familias.
Puerto Deseado: la pesca paralizada
Sarmiento destacó el caso de Puerto Deseado, donde la pesca está prácticamente detenida, generando un golpe severo a la economía local.
Falta de datos y advertencia final
Criticó la ausencia de estadísticas oficiales sobre el empleo, lo que impide diseñar políticas efectivas. “Santa Cruz la está pasando mal. Si el gobierno provincial no enfrenta al nacional, el daño será aún mayor”, concluyó.
La situación es crítica: sin medidas urgentes, el colapso laboral y económico empeorará.