En un movimiento que beneficiará principalmente a las grandes corporaciones petroleras, el gobernador Claudio Vidal confirmó que viajará este miércoles a Buenos Aires en busca de firmar la eliminación de las retenciones al sector hidrocarburífero con autoridades nacionales, un regalo fiscal que profundizará la crisis provincial.
Mientras Santa Cruz sufre una de las peores emergencias climáticas de los últimos años, con familias afectadas por destrucción y fuertes vientos, Vidal anuncia que viajará a Buenos Aires para concretar esta medida que privilegia a las empresas que recientemente fueron adjudicatarias de las áreas operativas de YPF.
La eliminación de este tributo representa un duro golpe a las ya debilitadas arcas provinciales, reduciendo ingresos de coparticipación y regalías.
Lejos de “fortalecer el empleo local” como pregona el gobierno, esta medida consolida un modelo extractivista que históricamente generó ganancias extraordinarias para las empresas mientras las comunidades reciben migajas, con trabajos precarizados y proveedores locales marginados por grandes contratistas.
Paralelamente, Vidal avanza con el traspaso de áreas de YPF a empresas privadas, en un proceso opaco que entrega recursos naturales estratégicos a capitales con los que mantiene vínculos, hipotecando el futuro energético de la provincia a cambio de promesas de inversión.
Mientras los santacruceños enfrentan cortes de luz, caminos destruidos y viviendas dañadas, el gobierno demuestra cuáles son sus verdaderas prioridades: desmantelar el Estado, debilitar la renta pública y favorecer a los grandes jugadores del negocio petrolero.






