La medida, respaldada por el gobierno local, expone tensiones con la provincia y fracturas frente al armado de la gestión de Claudio Vidal.
La Municipalidad de Los Antiguos suspendió este martes todas sus actividades en apoyo a la medida de fuerza impulsada por gremios y trabajadores autoconvocados, quienes reclaman mejoras salariales ante el gobierno provincial. La decisión, anunciada mediante un comunicado de la Secretaría General de Gabinete, señala que el municipio adhiere al paro “en reconocimiento a la justicia del reclamo” y se compromete a trasladar el pedido a las autoridades del gobierno Provincial.
El respaldo del gobierno local a la protesta laboral marca un gesto inusual, ya que la intendenta Zulma Neira integra el partido SER, aliada al oficialismo provincial durante las últimas elecciones. Sin embargo, esta movida refleja un distanciamiento táctico de la gestión municipal frente a la provincia, en un contexto de creciente malestar y tensiones internas dentro del oficialismo.
Un reclamo que divide al oficialismo
La decisión de Neira de apoyar el paro genera roces dentro del oficialismo, que ya enfrenta divisiones tras los resultados adversos en las de cara a las elecciones de medio término. Fuentes políticas locales sugieren que la medida busca capitalizar el descontento popular, aunque podría profundizar las fracturas en la coalición gobernante.
Mientras tanto, los trabajadores municipales y estatales exigen una revisión urgente de sus salarios, argumentando que la inflación y los ajustes nacionales y provinciales han deteriorado su poder adquisitivo. El municipio, al sumarse al paro, busca ejercer presión sobre la provincia para que destine más fondos a las remuneraciones, pero sin garantías de una respuesta inmediata.
Si la provincia no da señales de negociación, la presión podría intensificarse, dejando al municipio en una posición delicada: aunque acompañó el reclamo, su influencia sobre las decisiones fiscales es limitada. Mientras tanto, la gestión de Neira enfrenta el desafío de mantener equilibrio entre su alianza oficialista y las demandas de una ciudadanía cada vez más movilizada.
