El edil, que abandonó el bloque Vidalista hace 10 días, se pronunció hoy en la sesión del Honorable Concejo Deliberante sobre el destrato que sufren las trabajadoras de Petrunco víctimas de despidos arbitrarios.
Tensión entre el funcionario Barrera y las trabajadoras despedidas
Si bien el conflicto es un tema más que conocido para el vecino, la tensión en el acampe frente al basural de Petrunco se intensificó este lunes cuando las trabajadoras desocupadas que reclaman su reincorporación al municipio se enfrentaron verbalmente con el secretario de Servicios del Municipio, Daniel Barrera.
Durante un acalorado intercambio, registrado en por el móvil del programa de Radio Vanguardia que conducen José Espinosa y Carolina Aliaga, las mujeres acusaron al funcionario de hostigarlas mientras protestaban.
“Nos quisieron pasar la camioneta por encima”, denunció una de las trabajadoras, quien aseguró que Barrera intentó intimidarlas con un vehículo oficial. “¿Nos pasaste la chata por encima?”, le preguntaron, a lo que el funcionario, entre risas, respondió: “¿Saben lo que es pasar la chata por encima?”.
El cruce no terminó ahí. Las trabajadoras insistieron en que el vehículo pasó peligrosamente cerca de sus carpas. Barrera, por su parte, intentó desviar la conversación y afirmó: “Ustedes se pueden manifestar lo que quieran, pero estaban adentro del predio”. Sin embargo, las mujeres refutaron esta declaración, asegurando que estaban en el ingreso del basural, un área pública.
El enfrentamiento continuó con recriminaciones de las trabajadoras hacia Barrera, cuestionando por qué sólo uno de sus antiguos compañeros sigue trabajando en la planta. “Porque es su sobrino”, señalaron, a lo que el funcionario respondió: “No, sobrino no es; es hijo de un primo”. Sin embargo, no logró convencer a las manifestantes, quienes acusaron que se les pidió hasta el número de legajo para ingresar.
Barrera justificó la situación diciendo que las trabajadoras habían sido incorporadas “mal” durante la anterior gestión de Fernando Cotillo, como parte de una “jugada de campaña política”. Esta declaración fue rápidamente rechazada por las manifestantes, quienes aseguraron que algunas de ellas tenían más de 20 años de servicio.