Desde ayer, un grupo de estibadores de la banquina chica del puerto de Caleta Olivia enfrenta una situación conflictiva al encontrar que sus acuerdos con la provincia para garantizar espacios de trabajo en los barcos no se están respetando. A pesar de haber llegado a un acuerdo, solo se les permitió trabajar a un grupo reducido, mientras que otros trabajadores esperan la intervención de Provincia para resolver la situación y evitar mayores conflictos.
El Caletense dialogó con Damián Sanhueza, quien expresó su descontento con la situación actual en el puerto. Según Sanhueza, los trabajadores de la banquina chica se enfrentan a un problema grave después de haber llegado a un acuerdo con la provincia para asegurar un espacio de trabajo en cada barco. Sin embargo, ayer se les informó que no se les permitiría trabajar ni hoy ni mañana.
Sanhueza explicó que tuvieron una reunión con autoridades provinciales y de la jefatura del puerto, en la que se presentó un listado con los estibadores que la prefectura y los empresarios deben respetar. A pesar de este acuerdo, se tomó la decisión de no respetar la lista y permitir únicamente el trabajo de los estibadores de la plástica, lo que contravino lo acordado.
“Nos vinimos a esperar a que entrara un barco grande, somos 14 personas listas para trabajar, y nos dijeron que solo seis entrarían al barco, y que más tarde, con otro barco, entrarían algunos más. Somos trabajadores con muchos años de experiencia en el puerto y no permitiremos que sigan haciendo lo que quieren”, afirmó Sanhueza.
Los trabajadores piden al gobernador Claudio Vidal su intervención para resolver esta situación, temiendo que la situación podría empeorar. Además, han sido informados de la llegada de la policía para reprimir la protesta, pero aseguran que no se irán sin una solución. Los camiones destinados para el barco no están bajando, mientras que los de combustible y otros servicios relacionados continúan operando con normalidad.