Así lo indicó el concejal caletense luego de que el gobernador anuncie la salida de YPF y la transferencia de áreas a FOMICRUZ. “Se va una empresa, pero con ella se van miles de fuentes de trabajo y un modelo de desarrollo regional”, dijo y criticó la falta de planificación y advirtió un impacto económico y social sin precedentes.
Hoy se llevará a cabo la firma del acuerdo entre el Gobierno provincial y la petrolera estatal YPF, que oficializará el traspaso de áreas petroleras a FOMICRUZ. En este contexto, el concejal Carlos Aparicio se refirió al impacto de la medida y sostuvo: “Histórico, sí… pero por lo devastador. Mañana se concreta el plan de desempleo más grande en la zona norte de Santa Cruz”.
En este sentido, señaló que la salida de YPF no solo deja a más de 3.000 trabajadores sin su fuente laboral directa, sino que desata una cadena de consecuencias profundas, “lo que viene es cierre de comercios, pérdida de emprendimientos, más cuentapropistas en crisis y una caída brutal en la economía local. No es un cambio de paradigma, es un vaciamiento silencioso del territorio”.
Aunque el Gobierno provincial dice que hay una “recuperación de soberanía sobre los recursos”, Aparicio aseguró: “No hay soberanía posible si se hace a costa del hambre y la desocupación”.
Además, agregó que FOMICRUZ no tiene capacidad para asumir ni sostener sola esas áreas. Y mientras tanto, los trabajadores quedan en la incertidumbre. “No hay ningún anuncio concreto sobre cómo se va a sostener el empleo ni sobre qué empresas entran, cuándo y en qué condiciones”.
En un contexto nacional marcado por la caída de la coparticipación federal y la paralización de obras, el concejal sostuvo que el impacto será aún más grave, “las provincias están perdiendo recursos y nosotros perdemos empleo. ¿Cómo se supone que se va a reactivar una economía regional en estas condiciones? Hoy no hay sector privado que pueda absorber a 3.000 personas de un día para el otro”.
En este contexto, señaló que esto no es una transición energética ni una reconversión estratégica. “Es una retirada sin plan. Lo que se está firmando no es un nuevo comienzo, es un golpe durísimo para el norte santacruceño. Es el plan de desempleo más grande de la zona norte y el Estado no puede mirar para otro lado”, cerró.
