EDITORIAL | Santa Cruz a las puertas de un estallido social

Hoy, miércoles 4 de septiembre, fuimos testigos de una masiva concentración sindical en la Zona Norte de nuestra provincia en las que participaron gremios como SIPGER, Petroleros Jerárquicos, Uocra, Aoma, entre otros. Ahora le tocó pagar a los Petroleros los recortes del gobierno Nacional y Provincial donde ahora peligran 15.000 puestos de trabajo. Entre otras cosas, anunciaron paro general indefinido hasta que YPF dé respuestas.

En contexto de la retirada de YPF de la Provincia, bajo el lema “Santa Cruz no se entrega” y luego de vociferar a los cuatro vientos durante 9 meses que YPF se tiene que ir, Vidal convocó a un acto político para señalar con el dedo y expiar culpas ante lo que es un pésimo manejo del mandatario provincial que, lamentablemente, van a tener que pagar los trabajadores.

Como quien no quiere aceptar las consecuencias de sus actos, Claudio Orlando Vidal, subido al escenario y dando un Show, invitó a todos sus afines entre los cuales se encontraba Pablo Carrizo, Rafael Güenchenen, Julio Gutiérrez, etc. A participar y compartir culpas expresando su opinión sobre la empresa que por muchos años les dió de comer a miles de Argentinos, YPF.

Ahora ya, sin fuerzas para pelear como una de las empresas de Bandera del país, dispuesta al saqueo en el que el Gobernador también fue partícipe aportando su granito de arena a la “gestión” de Javier Milei.

Parece olvidarse que Senadores y Diputados Nacionales que responden ante él fueron cómplices dando quórum en el tratamiento de la Ley Bases, instrumento que ahora empiezan a notar la finalidad que proponía desde un principio y que ahora tiene el sustento jurídico para mostrar sus verdaderos intereses.

No se preocupe Señor Gobernador, que el pueblo santacruceño no va a olvidar su nombre, ni de Natalia Gadano o José María Carambia fumando en los pasillos del Congreso donde en vez de priorizar los intereses de los trabajadores quisieron instaurar que fueron “amenazados” para dar quórum, ni de José Luis Garrido y Sergio Acevedo que por más que no se los nombre tanto, no van a pasar desapercibidos en el nuevo comienzo de la historia negra de nuestra amada provincia, Santa Cruz.

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