Esta semana se filtró un audio donde Diego Spagnuolo -amigo personal de Milei- admitía recibir coimas por quinientos mil dólares mensuales por parte de una empresa vinculada al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
En la grabación difundida, el abogado involucra Eduardo “Lule” Menem y de Karina Milei como partícipes de la trama de sobornos, que consistía en pedirle retornos a laboratorios proveedores del Estado. Es decir, 𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝘀 𝘃𝗮𝗰𝗶𝗮𝗯𝗮𝗻 𝗹𝗮 𝗔𝗴𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝗗𝗶𝘀𝗰𝗮𝗽𝗮𝗰𝗶𝗱𝗮𝗱, 𝗰𝗼𝗻 𝗹𝗼 𝗽𝗼𝗰𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗾𝘂𝗲𝗱𝗮𝗯𝗮, 𝗵𝗮𝗰𝗶́𝗮𝗻 𝗻𝗲𝗴𝗼𝗰𝗶𝗼𝘀.
En el audio, también se escucha: “Yo hablé con el presidente y le dije. Vos sabés que tu hermana está choreando. No te podés hacer el boludo conmigo (…) Pero no me tiren este fardo. Llega a haber algún quilombo, y no me cuidan, tengo todos los WhatsApp de Karina, olvidate”.
Diego Spagnuolo es el mismo que meses atrás inició el conflicto mediático con el niño con autismo Ian Moche, al que le dijo: “Su discapacidad no es un problema del Estado. ¿Por qué yo tengo que pagar peaje y vos no?”.
La noticia no podría haber llegado en peor momento para el gobierno. En los últimos meses, se han realizado decenas de movilizaciones en todo el país para que se declare la Emergencia en Discapacidad y se atienda a la población vulnerable. Y ayer, la oposición le dio un duro golpe al oficialismo, al lograr los dos tercios necesarios para revertir el veto de Milei e insistir con la ley.
Tal vez por eso, desde el Ejecutivo decidieron soltarle la mano -una vez más- a uno de los suyos, para intentar que el impacto no llegue hasta los hermanos Milei. La Vocería Presidencial emitió un comunicado donde confirmó la salida de Spagnuolo, pero no admitieron el entramado de corrupción.
Ya hay una denuncia en Comodoro Py que recayó en el juzgado de Sebastián Casanello para que los audios sean investigados.
